Chile avanza hacia la carbono neutralidad con soluciones como la captura de CO2, promoviendo
energías limpias y tecnologías aplicadas a la industria. Cada 28 de enero se conmemora el Día
Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2.
El Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, que se conmemora cada 28 de enero,
fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de concientizar
sobre el impacto del cambio climático y promover acciones concretas para mitigar sus efectos. El
dióxido de carbono (CO2) es uno de los principales gases de efecto invernadero responsables del
calentamiento global, por lo que su reducción es clave para avanzar hacia un desarrollo sostenible.
En Chile, la Ley Marco de Cambio Climático (Ley 21.455), promulgada en 2022, establece un marco
normativo para abordar de manera integral estos desafíos, con la meta de alcanzar la carbono
neutralidad al año 2050 mediante instrumentos financieros, regulatorios y de participación
ciudadana.
Así lo explicó la investigadora del Centro de Energía de la Universidad Católica de la Santísima
Concepción (UCSC) y académica de la Facultad de Ciencias, Dra. Fabiola Valdebenito, quien explicó
que “la captura y almacenamiento de CO2 se ha convertido en una herramienta esencial para
reducir las emisiones industriales y energéticas, sectores que representan las principales fuentes
de este gas a nivel global y local”.
Actualmente, existen tecnologías avanzadas de captura que se pueden clasificar en
precombustión, postcombustión y oxicombustión, siendo la postcombustión la más adecuada para
su aplicación inmediata en instalaciones industriales existentes. “Esta técnica permite la
separación de una corriente de CO2 con una pureza superior al 95%, facilitando su reutilización en
distintos procesos productivos. Sin embargo, la adopción masiva de estas tecnologías enfrenta
desafíos como altos costos de implementación, consumo energético elevado y la necesidad de
escalabilidad”, detalló la investigadora.
En la postcombustión, la absorción es la tecnología más utilizada a gran escala debido a su
eficiencia en la transferencia de masa y calor, aunque presenta desventajas como la corrosividad
de los solventes utilizados y su alto consumo energético. Otras tecnologías en desarrollo incluyen
sistemas criogénicos, membranas y adsorción, que requieren optimización para su
implementación a gran escala. La adsorción, por ejemplo, ha explorado diversos materiales como
sílice, carbón activado, zeolitas y estructuras organometálicas (MOF), además de biopolímeros y
nanocelulosas, que buscan mejorar la eficiencia y reducir impactos ambientales.
En el Centro de Energía de la UCSC, la Dra. Valdebenito junto a un equipo de investigadores
trabajan en la captura y uso de CO2, con el propósito de cerrar el ciclo del carbono mediante la
utilización de nanomateriales obtenidos de biomasa lignocelulósica.
“Esta iniciativa tiene como meta capturar el CO2 en distintos procesos industriales y combinarlo
con hidrógeno verde producido en la planta del Centro de Energía, para desarrollar combustibles
sintéticos o e-fuels. Estos esfuerzos buscan contribuir a la transición energética, generando
soluciones tecnológicas escalables y aplicables en escenarios reales”, explicó la investigadora.
Para contribuir a la reducción de emisiones de CO2, es fundamental adoptar medidas como la
disminución del consumo de combustibles fósiles, la implementación de energías renovables, la
mejora de la eficiencia energética, el fomento del reciclaje y la reutilización, el uso de medios de
transporte sostenibles y la compensación de emisiones a través de iniciativas de reforestación y
captura de carbono. En conjunto, estas acciones permiten avanzar hacia un modelo productivo
más sostenible y alineado con los compromisos de descarbonización del país.