Columna de Opinión de Carlos Saravia Aravena Director FOSIS Región de O’Higgins
La conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987. Ese día, más de cien mil personas se congregaron en la Plaza del Trocadero, en París, donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre. Los allí reunidos proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar su respeto. Desde entonces, personas de toda condición, creencia y origen social se reúnen cada año ante estas placas para renovar su compromiso y mostrar su solidaridad con los pobres.
En 1992 la ONU reconoció esta efeméride para sensibilizar respecto de la necesidad de erradicar la pobreza y la indigencia en todas las naciones.
En el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, renovamos nuestro compromiso con una región donde cada persona tenga la oportunidad de desarrollar su máximo potencial y vivir con dignidad. Desde el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, hemos trabajado incansablemente para que este sueño sea una realidad, pero sabemos que el camino es largo y requiere de un esfuerzo conjunto.
Esta conmemoración se enmarca en un mes de gran significancia para el FOSIS, dado que un 26 de octubre de 1990 se creó, con el retorno a la democracia, nuestra institución para luchar contra la pobreza extrema que en ese entonces se vivía en el país y que llegaba al 40% de la población.
La pobreza no es solo la falta de recursos económicos, es la negación de oportunidades, la vulneración de derechos y la limitación de sueños. En nuestra región, hemos visto de cerca las consecuencias de la pobreza: la falta de acceso a educación de calidad, la precariedad laboral, la desigualdad de oportunidades y la fragilidad de los hogares.
Sin embargo, también hemos sido testigos de la resiliencia y el espíritu emprendedor de nuestras comunidades. A través de nuestros programas y proyectos, hemos apoyado a miles de personas a superar la pobreza, a fortalecer sus emprendimientos y a mejorar su calidad de vida.
Pero sabemos que esto no es suficiente. Necesitamos un cambio estructural, un sistema que garantice igualdad de oportunidades para todos. Necesitamos fortalecer la protección social, invertir en educación de calidad, promover el empleo digno y fomentar el emprendimiento.
En este día, hago un llamado a todas las instituciones públicas y privadas, a la sociedad civil y a cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de nuestra región, a unir fuerzas en esta lucha. Juntos podemos construir una sociedad más justa y equitativa, donde la pobreza sea solo un mal recuerdo.
Desde el FOSIS, seguiremos trabajando sin descanso para que cada persona tenga la oportunidad de vivir una vida plena y digna. Creemos en el poder de las personas y en la fuerza de la comunidad. Juntos, podemos construir un futuro donde la pobreza sea erradicada.