Agosto 5, 2024
¡Reescribamoslo todo! ha nacido una nueva clase social, la Clase Emprendedora
Agosto 5, 2024
¡Reescribamoslo todo! ha nacido una nueva clase social, la Clase Emprendedora
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Columna de opinión de Víctor Velastino Dellacalle, Presidente de la Asociación de Emprendedores de O´Higgins AEROH, Presidente fundación Aymapu Family Foundation y Creador de Aymapu El Papel Amigo de la Tierra.

“En un mundo donde el eco de las luchas del pasado resuena con el rugido de nuevas tensiones sociales, es crucial revisar y actualizar las teorías clásicas. Karl Marx, en su análisis de la lucha de clases, nos legó una estructura poderosa para entender las dinámicas de poder y desigualdad. Sin embargo, la aparición de una nueva clase social —la clase emprendedora— demanda una revisión crítica de su teoría.

Mi propio viaje, desde la vida en la calle hasta la creación de Aymapu, una disruptiva empresa de papel reciclado, ha sido una lección viva en la intersección entre emprendimiento y clase trabajadora. Durante mi tiempo viviendo en la calle, conocí a profesionales y trabajadores que, al perder su conexión con la sociedad, cayeron en un abismo de desesperanza. Esta experiencia me enseñó que el propósito y el impacto colectivo son cruciales para superar la tristeza y el abandono.

Aymapu, el papel amigo de la tierra, nació con el objetivo de revalorizar los desechos de papel, elevando el valor de los materiales reciclados y mejorando los ingresos de los recicladores de base, que se encuentran en el quintil de ingresos más bajos. A través de innovaciones tecnológicas y un enfoque en la sostenibilidad, hemos demostrado que es posible transformar desechos en oportunidades y beneficiar tanto al emprendedor como a los recicladores, sin desmerecer los derechos sociales de estos últimos, sino todo lo contrario.

Hoy en día, los emprendedores se encuentran en una posición ambigua, atrapados entre grandes corporaciones que no cumplen con su parte del pacto social, como por ejemplo con artimañas para no respetar la bullada ley de pago a 30 dias; y estructuras laborales rígidas que parecen ancladas en el pasado. Esta situación recuerda a los trabajadores de la Revolución Industrial, que también enfrentaron desafíos significativos en términos de derechos y protección. La clase emprendedora, como los trabajadores de entonces, está desprotegida y necesita una nueva estructura de apoyo.

Las asociaciones gremiales modernas deben jugar un papel crucial en esta dinámica, actuando como puentes entre los emprendedores, el estado, las grandes empresas y la academia. Imaginemos un modelo en el que el ecosistema se asemeje a un trébol de cuatro hojas: el estado, la academia, las grandes empresas y los emprendedores, con las asociaciones gremiales en el centro, articulando soluciones y movilizando recursos.

En nuestra experiencia con la Asociación de Gremial de Emprendedores de la Región de O’Higgins (AEROH), hemos aprendido que la comunicación efectiva y la colaboración son esenciales. Nuestra estructura, que incluye vicepresidencias dedicadas a la equidad de género, sustentabilidad, políticas públicas, arte/cultura y comunicaciones, y embajadores comunales en cada una de las 33 comunas, ha demostrado ser fundamental para la promoción de una cultura gremial y la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El verdadero cambio surge cuando nos unimos, dejamos de lado nuestras diferencias y trabajamos hacia un fin común. La clave es compartir un sueño colectivo y entender que somos interdependientes en un mismo ecosistema. No somos simples mercaderes; nuestra historia se escribirá en los actos que impacten positivamente en la comunidad y el medio ambiente.

Invito a todos los emprendedores, trabajadores y miembros de la comunidad a involucrarse en este esfuerzo colectivo. Opinen, debatan, apasionen y defiendan sus ideas, pero también sean flexibles para cambiar de opinión. Hagamos historia juntos, construyendo un futuro en el que el propósito, el bienestar colectivo y la interdependencia sean el núcleo de nuestras acciones”.

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